ENCUENTROUSKCR: Amigos, talleres, verano, recuerdos y recorridos

"Memoria de viaje" con Amber Sausen

Recuerdo cuando en 2009 ingresé a la Escuela de Arquitectura, y una de las actividades que hacíamos todos los viernes era "croquisear", ese momento que nos era propuesto por el taller de diseño para aflojar las manos, abrir la mente y explorar técnicas y materiales; retos de dibujar en 20 segundos una imagen o un objeto, y tratar de retratar en un gesto lo que el ojo observaba; esas caminatas por el centro de San José para entrenar la vista y contar con el lápiz, los marcadores y el pincel una historia. Para el momento desconocía el gusto que adquiría, pero si puedo compararlo con algo, es como cuando el paladar descubre un nuevo sabor y te genera una sensación de intensidad en el gusto que te hace querer probarlo de nuevo.

Es probablemente el croquis, la herramienta mas eficaz con la que cuenta el arquitecto para expresar sus ideas, angustioso en algunos instantes al ver el papel tan grande y vacío, pero que tras el primer rayón, las intenciones empiezan a buscar una forma.

Conocí de Urban Sketchers Costa Rica en 2018, gracias a una amiga que me comentó sobre el movimiento internacional después de haber escuchado unas charlas en la Bienal de Arquitectura de ese año. Sonaba justamente igual a esas mañanas soleadas del primer semestre de la universidad, cuando entre amigos nos poníamos de acuerdo para vernos en San José e ir a probar ese nuevo lápiz 6B, ese nuevo marcador o experimentar cómo quedaría un croquis a puro lapicero azul.

Asistir al "Encuentro USk" organizado este año, fue como devolverme en el tiempo; no podía faltar la compañía de un amigo para hacer de la experiencia algo nostálgico. Ahí me encontré con Kevin, un viejo conocido y con quien siempre tuve este acercamiento al "sketch", pues nos tomábamos algunas horas en nuestro tiempo libre para ir a croquisear algunos espacios de la universidad. 

Luego de registrarnos y escuchar las actividades que nos eran propuestas para ese día, decidimos llevar el Taller con Amber Sausen, quien desde el primer momento nos transmitió un sentimiento de confianza y su visión de tener en la bitácora un laboratorio experimental de ideas y trazos.
 
"Blind contour draw" por Marvel Muñoz
"Blind contour draw" por Kevin Viales


El primer ejercicio fue magnífico, en ese momento creo que no pudo haber algo mejor para romper el hielo, un "blind contour draw" de la pareja que escogimos para retratarnos, reírnos entre nosotros y disfrutar de aquel trazo continuo que intentaba simular nuestros rostros; estos dibujos capturaban la esencia de cada uno, algunos necesitamos de más intentos y otros en uno solo lograron retratos muy impresionantes. 

Algo importante que nos aportó Amber, fue aprender a no pensar tanto y tratar de sentir más. Muchas veces condicionamos lo que hacemos a un criterio de bueno o malo, sin darnos el chance de "equivocarnos"; queremos que al primer intento todo sea perfecto, se vea bien y en muchas ocasiones este pensamiento nos limita la experiencia; no entendemos que son los intentos los que nos hacen mejorar. Y aunque esto era un ejercicio para visualizar la esencia de un lugar a través del croquis, qué cosas descartar y cómo aprender a observar y analizar, no me cabe duda que es un ejercicio que se debe aplicar a la vida diaria y a todo lo que hagamos.

Pasados los minutos, y entre dibujos y el compartir con quienes estábamos ahí, concluimos con una práctica muy interesante, una "memoria de viaje", donde el objetivo consistía en sintetizar con un gesto o un color algo representativo del lugar que nos circundaba, y posteriormente agregar elementos particulares que complementaran esa experiencia de recorrido, para armar una composición que podía estar expresada a través de dibujos, frases, la representación de sonidos y cuanta idea creativa invadiera el espíritu de la actividad. 

Le agradezco profundamente a Amber su valioso tiempo y la disposición por transmitir sus ideas y experiencias con quienes estuvimos ese sábado 23 de febrero; además de los organizadores y demás conferencistas presentes por llevar a cabo esta actividad.

Fito's Bar a cielo abierto




Finalizados los talleres era hora de conversar acerca de las experiencias, compartir las ideas y los resultados generados por el encuentro; lo cual demostró la amplia versatilidad del dibujo y las diferentes maneras de abordar el espacio a través de la gráfica. No podía faltar un "drink & draw" al final del día, inspirados por todo lo acontecido.

Posteriormente el día domingo fue un "sketchwalk" magnífico, con un día soleado y varias especies de árboles y arbustos floreando gracias al verano, lleno de colores y amigos que se apuntaron a participar y recorrer el centro de San José y Barrio Luján.

Iniciamos en la Plaza de la Democracia, la cual vibraba por la presencia de turistas que visitaban la exposición de Jiménez Deredia, además de la confluencia de los "sketchers" y en un costado de la misma, un importante grupo de ciclistas que se dirigía esa mañana hacia Tres Ríos en solidaridad y como tributo a la muerte de cuatro ciclistas ocurrida hace algunos años.

Museo Nacional - Parque de la Democracia y la Abolición al Ejército

Mientras la mañana avanzaba; continuamos hacia la Plaza de la Cultura acompañados de tertulias, cápsulas informativas y unas ansias de retratar la calidez de esa mañana en mi bitácora, luego de observar el lugar era inevitable no sentirse inspirado por unas ramas floreadas que se interponían en un primer plano hacia una de las esquinas del Teatro Nacional, personalmente trato de buscar en el croquis una sensación que me haga recordar el día en que lo dibujé, es como cuando una canción, un sabor o un olor, te recuerdan un lugar, una persona o una agradable experiencia.

Roble de sabana | Teatro Nacional

Quizás la parte más humana y emocionante de toda esta experiencia, llegó con la tarde en Barrio Luján, después de algunas horas de croquis por el barrio, finalizamos el encuentro dibujando en "El Cerrito", con la presencia de vecinos curiosos que veían con asombro una considerable cantidad de personas, con sus bitácoras en las aceras de una estrecha calle; algunos salían a preguntar, otros se asomaban por las ventanas, pero quienes se involucraron de lleno, gracias a esa curiosidad incontenible muy propia de la primera etapa de la vida, fue un grupo de niños que se sentaban a nuestro lado a mirar con inocencia esperando quedar inmortalizados en esas páginas llenas de colores, otros optaron por tomar lápiz y papel, y apuntarse a la dinámica; para luego concluir la tarde con un atardecer que se filtraba entre las fachadas de las casitas y una mejenga en media calle, en el tope de una empinada "cuesta"...


Cuesta de El Cerrito - Barrio Luján
Veranera en El Cerrito - Barrio Luján

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